Ernesto Ottone: de la Universidad de Chile a nuevo ministro de Cultura y las Artes

Ernesto Ottone: de la Universidad de Chile a nuevo ministro de Cultura y las Artes

El nuevo ministro, quien es hijo de Ernesto Ottone Fernández, ex asesor del gobierno de Ricardo Lagos, fue condecorado con el título de Caballero de las Artes y de las Letras de la República de Francia y en 2010 recibió el premio Academia por su gestión en Matucana 100, otorgado por la Academia Chilena de Bellas Artes.
Después de una seguidilla de problemas que enfrentó el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y de continuos aplazamientos del proyecto de Ley que crea la nueva institucionalidad cultural en Chile, además de severas crisis de orden interno que mantenían el diálogo en punto muerto entre las autoridades del Consejo y los trabajadores, la Presidenta Bachelet removió del cargo como ministra de Estado a Claudia Barattini para nombrar en su reemplazo al actual director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile (CEAC), Ernesto Ottone Ramírez. Seguir leyendo...

Las crisis que le costaron el cargo a Barattini y los desafíos que esperan a Ottone

Las crisis que le costaron el cargo a Barattini y los desafíos que esperan a Ottone

En poco más de un año, la ex ministra Claudia Barattini enfrentó duras críticas por no saber conducir el diálogo con los artistas, por su manejo político, por la invisibilidad de su gestión, y últimamente por el quiebre con los trabajadores del Cnca, quienes presentaron una denuncia por prácticas antisindicales en contra suya. Estas crisis conforman precisamente los nuevos desafíos del ministro Ernesto Ottone, quien deberá conducir el proceso de traspaso a la nueva institucionalidad cultural como es el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La ex ministra Claudia Barattini nunca alcanzó a cuajar en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en poco más de un año que estuvo en el cargo. Las expectativas no eran menores al momento de su arribo. El mundo cultural vio con buenos ojos su llegada, ya que, no se trataba de un rostro de televisión, de esos que logran apuntalar a los gobiernos en las encuestas con risas a la cámara, pero carecen experiencia en la gestión de políticas culturales.
La mujer de confianza de Carmen Romero, directora de la Fundación Teatro a Mil, no supo, sin embargo, canalizar dichas expectativas y al poco tiempo, su gestión comenzó a hacer ruido y, muchas veces, agua también. Seguir leyendo